Tuesday, August 07, 2007

¿ A que huele la música ?

¿De qué color es la música, las letras, los números? ¿ A que saben Lisboa o Toronto ? Estas extrañas preguntas podrían ser habituales para cierta gente que sufre o padece un fenómeno que se denomina Sinestesia.

Un sinestético puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como la LSD o la mescalina.
Un sinestético puede ver un rojo más intenso cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer saborear un sabor más dulce. Estas experiencias no son metafóricas o meras asociaciones. La depresión tiende a aumentar la fuerza de estas percepciones.

La sinestesia puede ocurrir incluso cuando uno de los sentidos está dañado. Por ejemplo, una persona que puede ver colores cuando oye palabras puede seguir percibiendo estos colores aunque pierda la vista durante su vida. Este fenómeno recibe también el nombre de "colores marcianos", término que se originó tras un caso de un sinestético que nació parcialmente daltónico, pero decía ver colores 'alienígenas' que era incapaz de ver en el sentido habitual del término, y que en realidad percibía debido a su sinestesia.

Según investigadores de este fenómeno, se cree que puede tener su origen en la infancia, ya que los bebes es posible que perciban el mundo de una manera sinestética ya que sus cerebros no están completamente desarrollados. Según se crece, la percepción de los sentidos se separa, pero en los individuos sinestésicos, esta separación no se ha producido y la mantienen de por vida.

Es de suponer, por ejemplo, que si de pequeño te daban una manzana verde cuando decias 'papá' es probable que cuando hables de tu padre se evoque un sabor a manzana o un color verde, ya que no has conseguido separar las sensaciones que de pequeño tenias ligadas.

La sinestésia, a parte de un caso clínico, es una figura retórica que asocia elementos procedentes de los sentidos físicos con los sentimientos. Se le vincula con la enálage y con la metáfora.
Como decía el investigador neurológico Ramachandran (Universidad de California), "un proceso similar a la sinestesia puede ser el responsable de la capacidad humana de crear metáforas y ser importante para la creatividad"

Hay precedentes del uso de este tropo ya en la literatura clásica, como por ejemplo Virgilio. En España la utilizaron los escritores barrocos. Pero son los poetas franceses quienes la ponen de moda en la lírica, especialmente durante la corriente denominada simbolismo, que en España apareció subsumida dentro del llamado modernismo literario.
Así, por ejemplo, el poeta simbolista francés Arthur Rimbaud creó un soneto dedicado a las vocales, adjudicando a cada una de ellas un color distintivo, y los poetas modernistas como Rubén Darío podían hablar de sonoro marfil o de dulces azules (gusto más vista). En este caso, se trata de una sinestesia de primer grado, ya que son impresiones de dos sentidos corporales diferentes; pero si se asocia la impresión de un sentido del cuerpo no a otra impresión de un sentido diferente, sino a una emoción, un objeto o una idea, se trata ya de una sinestesia degradada o indirecta, o más bien de la llamada sinestesia de segundo grado, por ejemplo, agria melancolía.

Pero es Juan Ramón Jiménez quien la emplea con mayor asiduidad y perfección, al que seguirán después los poetas del 27:

  • Es de oro el silencio. La tarde es de cristales.
  • en el cénit azul, una caricia rosa!
  • por el verdor teñido de melodiosos oros;

Personajes como Charles Baudelaire, Nikolai Rimsky-Korsakov, Vladimir Nabokov y Olivier Messiaen poseían esta facultad.
Así como músicos de la talla de Duke Ellington, Elvin Jones, John Mayer, Stevie Wonder, Justin Chancellor (TOOL).

Si formaran un grupo tendrían que definir primero que notas asocia cada uno con que color, sino se iban a hacer un lio... "oye! subeme el marrón que está muy amarillo!!", " pues yo lo escucho verde... ", " cagüen la leche, a mi me sabe dulce!!" ...

Al no ser algo normal (a ver quien es el atrevido a definir que es y que no es normal), puede ser catalogado como enfermedad, problema, etc. aunque por lo que veo, me gustaría definirlo como fenómeno!
Se estima que sólo un 10% de la humanidad es sinestésico y viendo los nombres de los mismos también se puede considerar como una virtud. Por supuesto que hablo desde la ignorancia del sentimiento de un sinestésico, y es posible que sea una tortura vivir así, o no.

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